A lo largo de los años, hemos desarrollado nuestro propio enfoque único para cultivar y procesar café, con un enfoque en la producción de la mejor taza posible mientras empleamos un proceso práctico, no mecanizado y sin químicos. Con la misma pasión que los grandes productores de vino de Burdeos y más allá, nuestro objetivo final es producir un café de 100 puntos.

En Longboard, la naturaleza manda. Dado que nuestro objetivo final es la calidad de la taza, nuestro enfoque no son los rendimientos de producción. Producimos calidad, no cantidad. Todo se hace a mano con atención fanática a los detalles. Las cerezas se cosechan en su punto madurez máximo, con un promedio de más de treinta cosechas meticulosas por finca cada temporada. A menudo, nuestros cosechadores trabajan 8 horas completas para seleccionar 1 lata de cereza perfecta. Todos nuestros lotes se secan solamente bajo proceso natural al sol y se giran a mano (sin utilizar rastrillos ni palas) tres veces al día.

Nuestras fincas se manejan libres de fertilizantes químicos, pesticidas, fungicidas o herbicidas, y en armonía con los ciclos naturales de la tierra, la luna y el sol. El propietario personalmente poda las fincas varias veces al año, eliminando ramas y brotes que parecen no estar bien o que perturban las plantas vecinas. Adoptamos la armonía entre los mejores métodos tradicionales y el potencial infinito de la innovación. El resultado: una expresión superior de las características únicas de los varietales plantados en los diversos microclimas y el rico terroir sin adulterar de nuestras fincas.